TRATAMIENTOS

Los efectos biológicos del ozono confieren unas propiedades terapéuticas y biológicas que posibilitan la aplicación de la Ozonoterapia en un amplio campo de especialidades tales como el de la mejora medioambiental a través de la potabilización de aguas, en la Medicina, ha adquirido relevancia debido a su eficacia en enfermedades asociadas al déficit de las defensas antioxidantes.

PIE DIABÉTICO

Esta enfermedad se define como una infección, ulceración y destrucción de los tejidos profundos que se acompañan de alteraciones neurológicas y distintos grados de enfermedad vascular periférica donde se afectan principalmente las arteriolas y arterias pequeñas de los miembros pélvicos y que afecta como su nombre lo dice a paciente con diabetes mellitus, la infección bacteriana que la acompaña es predominantemente por anaerobios. La ulcera puede ser seca y/o húmeda, aunque igualmente de graves las dos formas de presentarse, la evolución de esta está dada por el control que se tenga de la enfermedad factores intrínsecos y ambientes asociados al paciente.

Se dice que el pie diabético tiene una base etiopatogenica neuropática pues la sensibilidad, los estímulos neuro- sensitivos y del dolor son los primeros que se alteran y consecuentemente dan inicio a la enfermedad. Es ahí donde se justifica el uso de la ozonoterapia.

EPILEPSIA

La epilepsia (del latín epilepsia; Intercepción), es una enfermedad crónica caracterizada por uno o varios trastornos neurológicos que deja una predisposición en el cerebro para generar convulsiones recurrentes, que suele dar lugar a consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales. Una convulsión o crisis epiléptica o comicial es un evento súbito y de corta duración, caracterizado por una anormal y excesiva o bien sincrónica actividad neuronal en el cerebro. Las crisis epilépticas suelen ser transitorias, con o sin disminución del nivel de consciencia, movimientos convulsivos y otras manifestaciones clínicas. Puede tener muchas causas, por ejemplo: TCE, secuelas de meningitis, tumores, etc), pero en muchos casos no hay ninguna lesión, sino únicamente predisposición de origen genético a padecer la enfermedad. Cuando no hay causa genética o traumatismo identificado se llama Epilepsia Idiopática y los genes juegan un papel de modulación del riesgo de que ocurra un episodio y también en la respuesta del al tratamiento. Se calcula que más de 500 genes podrían tener participación en este trastorno.

Las causas de la epilepsia se asocian también de acuerdo a la edad. Aproximadamente un 32% de todos los casos de epilepsia en personas ancianas parece deberse a enfermedad cerebro-vascular. Las enfermedades infecciosas como meningitis, SIDA, la Encefalitis Viral y otras enfermedades infecciosas también pueden causar epilepsia. En México la neuro-infestación por cisticercosis es la primera causa de epilepsia. Cerca de un 20 % de crisis epiléptica en los niños se debe a parálisis cerebral. Se creé que la causa de la epilepsia es multifactorial, en ella participan factores genéticos y adquiridos . Hay tres factores genéticos potenciales que contribuyen a la aparición de crisis epilépticas: 1.- Variaciones inter-individuales en la susceptibilidad a producir crisis, en respuesta a una alteración cerebral crónica o transitoria, 2.- Algunas condiciones que producen la enfermedad epiléptica son genéticamente transmitidas (esclerosis tuberosa, fenilcetonuria…) y 3.-Las epilepsias primarias son debido a una disfunción genética de la excitabilidad cerebral y de su sincronización. Hay lesiones adquiridas que producen crisis epilépticas, que pueden ser bilaterales y tan difusas que las crisis son generalizadas con síntomas focales. Los sustratos anatomopatológicos mas frecuentes van a ser las displasias corticales, esclerosis del hipocampo, tumores, daño cerebral post-traumático, accidente cerebro-vascular, infecciones, y estados tóxico-metabólico.

Las crisis epilepticas son manifestaciones paroxísticas de las propiedades eléctricas del córtex cerebral. Las crisis epilépticas probablemente se produzcan por un desequilibrio entre las actividades inhibidoras y excitadoras de los agregados neuronales, lo que predispone a que descarguen de manera hipersincrónica. Si la red cortical afectada está en el cortex visual la manifestación clínica será visual, si se afectan otras áreas del córtex se podría producir fenómenos sensoriales, motores, gustatorios, gestuales, etc. La génesis primaria parece encontrarse en el córtex cerebral. Sin embargo, en el caso de la crisis generalizadas las aferencias subcorticales normales y anormales cuando alcanzan un córtex epileptógeno susceptible, van a jugar un papel primordial. Así se han observado que algunas manifestaciones clínicas de las crisis generalizadas son debidas a que están involucrados el hipotálamo, diencéfalo, e incluso el tronco cerebral. Las crisis cerebrales recurrentes van a ser secundarias a alteraciones en las interconexiones neuronales y del funcionamiento de los neurotransmisores, sobre todo de los neurotransmisores excitadores e inhibidores como el glutamato y el GABA respectivamente. En la epilepsia adquirida hay evidencia de que la pérdida de neuronas induce a una reorganización sináptica aberrante, lo cual potencia la transmisión excitadora y en menor medida la inhibidora. Esto último da lugar a una hipersincronización espontanea. Sin embargo muy poco se conoce sobre como comienza y el porqué se paran. La terminación de la crisis es un proceso activo en que están involucrados neurotransmisores como la purina, la adenosina y los opiáceos endógenos. Estos mismos mecanismos que paran la crisis también producirán los síntomas post-críticos. También se ha estudiado el taponamiento defectuoso del calcio intracelular que producen un bajo umbral convulsivógeno, la activación aumentada de los receptores NMDA. El incremento de la sincronización neuronal debido a las interacciones efácticas, el incremento de la sincronización a activación debida a redes colaterales recurrentes excitadora

Una persona epiléptica o propensa a crisis epiléptica debe de saber que frecuentemente estas se desencadenan por factores como falta de sueño, aparición de destellos luminosos frecuentes, la hiperventilación, el consumo de alcohol o drogas psicotrópicas, el estrés, cambios hormonales asociados con menstruación. Las crisis convulsivas o la epilepsia se dividen en dos categorías principales: Crisis focales y crisis generalizadas.

Las crisis focales o parciales ocurren en una sola parte del cerebro. Aproximadamente un 60% de personas que padecen crisis epilépticas tiene crisis focales. Se describen según el área del cerebro donde se originan y los síntomas son variados, se caracterizan por no tener pérdida del conocimiento, mientras que en las crisis epilépticas focales complejas, se pierde el conocimiento y puede mostrar comportamientos repetitivos y extraños llamados automatismo. Algunas personas con crisis focales pueden sentir áureas o avisos que advierten de la ocurrencia inminente de una crisis. Estas áureas son realmente parte de de las crisis focales simples en las cuales las personas mantienen el estado de conciencia. Las crisis generalizadas son causadas por la actividad neuronal anormal en ambos hemisferios cerebrales. Estas producen pérdida del conocimiento, caídas o espasmos musculares masivos. Existen varios tipos de crisis generalizadas:

Las ausencias generalizadas o del pequeño mal, donde las personas se desconectan, puede ser que tiene la vista fija en el espacio, parpadear, tener algún espasmo o sacudida brusca de los músculos.

Las crisis tónicas causan la rigidez de los músculos del cuerpo, generalmente aquellos de la espalda, piernas y brazos.

Las crisis clónicas causan movimientos bruscos repetidos de los músculos de ambos lados del cuerpo.

Las crisis mioclónicas causan movimientos bruscos o sacudidas, especialmente en la parte superior del cuerpo, brazos y piernas.

Las crisis atónicas causan perdida del tono muscular normal. La persona afectada sufrirá una caída o puede dejar caer la cabeza en forma involuntaria.

Las crisis tónico-clónica o epilepsia de Gran mal, causa una mezcla de síntomas, con episodio inicial tónico(rigidez del cuerpo), acompañado de una fase clónica (movimientos bruscos repetidos de brazos y piernas). Hay pérdida del conocimiento.

Así como hay clínicamente muchos tipos de crisis convulsivas, también existen muchos tipos de epilepsia. Los síndromes epilépticos son trastornos caracterizados por un conjunto de síntomas específicos entre los que incluye la epilepsia y algunos son hereditarios, otros desconocidos. Son descritos frecuentemente según los síntomas o de acuerdo con el lugar en el cerebro donde se originan. Así tenemos Epilepsia del Lóbulo temporal(ELT), El síndrome de Lennox-Gastaut y la Encefalitis de Ramussen, La encefalopatía infantil benigna, Las convulsiones neonatales benignas, La encefalopatía mioclónica temprana, La epilepsia progresiva, Los espasmos infantiles, etc. Sufrir una crisis no necesariamente significa que la persona sufre epilepsia. Las crisis que ocurren por primera vez, las convulsiones febriles, los incidentes no epilépticos y la eclampsia son ejemplos de crisis que pueden no estar asociados a la epilepsia. Muchas personas tienen una sola crisis convulsiva en algún momento de sus vidas, y no son seguidas por crisis adicionales.

La Ozonoterapia es una excelente alternativa para los diferentes tipos de Crisis convulsivas y/o epilepsia, combinada con los tratamientos convencionales, disminuyendo las dosis de estos y mejorando el estado neurológico y general del paciente, así como los daños colaterales que tienen todos los anticonvulsivantes. Se aplica por IR y preferentemente AHMA a dosis de 20-40 mcg por kilo de peso a razón de dos a tres ciclos de 20 sesiones cada uno, por año, dependiendo de la severidad del cuadro. En los cuadros agudos se aconseja dar ozonoterapia hasta que la urgencia ceda y se estabilice.